Misión
Nuestra misión es reflejar la esperanza del amor restaurador de Dios los niños y a sus familias, así como al personal y a los trabajadores de la salud, proporcionando atención de salud en áreas de pocos recursos. Trabajamos en colaboración con voluntarios, agencias locales y proveedores de atención médica para que los recursos y las habilidades necesarias para promover la salud de niños y las comunidades estén disponibles todos.
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y esperanza. – Jeremías 29:11
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Más acerca de los valores que dirigen nuestra misión
Nuestros programas y proyectos son solicitados, deliberados, desarrollados y ejecutados de acuerdo con los siguientes principios:

- Valoramos atención médica de alta calidad, segura, coordinada, culturalmente apropiada y sostenible. Haremos todo lo posible para ayudar a nuestros pacientes, asegurarnos de que entiendan sus condiciones de salud y cómo abordarlos, y que tengan la oportunidad ininterrumpida de una atención médica coordinada entre el gobierno y los programas Hope Clinic International (HCI).
- Nuestros programas se basan en las necesidades expresadas por las comunidades, socios, proveedores y pacientes que atendemos. Estamos comprometidos a desarrollar programas sostenibles en el país, y por lo tanto deben ser apoyados por nuestros colaboradores nicaragüenses, satisfaciendo sus necesidades.
- Estamos dedicados a dar a nuestros voluntarios la oportunidad de aprender y adquirir crecimiento personal, profesional y espiritual a través de su trabajo con HCl. Por lo tanto, nos aseguramos que nuestros voluntarios esten bien entrenados, tengan oportunidades para aprender de su trabajo, y sean personalmente y espiritualmente enriquecidos a través de su servicio.
- Nuestro Dios es relacional: nuestro objetivo es desarrollar relaciones restauradas que reflejen la relación de Dios con nosotros. Buscamos relaciones que sean comprometidas, que cuiden de manera incondicional, duraderas y firmes.
- Reconocemos que «pobreza» no sólo es definida por la falta de acceso a recursos, sino también por los déficits en la conexión humana y la relación correcta con Dios. También reconocemos una necesidad de conexión humana y una oportunidad de redescubrirnos y revitalizarnos a través de este trabajo.
Pues el necesitado no será olvidado para siempre, ni la esperanza de los afligidos perecerá eternamente – Salmo 9:18